María Jurado estudió biología y se dedicó a la enseñanza durante diez años, aunque su vocación artesana empezó a desarrollarla desde muy temprano. En 2001 dio un giro a su vida y se dedica a la artesanía de manera profesional desde entonces. Su campo profesional abarca los tintes naturales y la impresión vegetal, trabajando siempre con tejidos naturales, como la seda o el algodón. En el ADN de su proyecto está la responsabilidad social y medioambiental, la calidad de los materiales y su cuidada elaboración. Cada pieza es única, la propia idiosincrasia del proceso hace que cada tintada, cada impresión vegetal sea irrepetible. Las hojas vegetales dejan su impronta, como si fuera una huella dactilar, confiriendo a cada pieza su personalidad y su carácter. Las piezas creadas son confortables y versátiles, ajenas a la moda. Anteponiendo siempre la comodidad, que su uso y mantenimiento sea fácil y, sobre todo, que tanto su producción como su ciclo de vida sea sostenible.